Llorar esta bien.

Tengo una capacidad enorme para esconder la tristeza y comprimirla en mi interior haciendo una bola cada vez más grande y consistente, apartarla en un rinconcito de mi para no tener que sufrirla. Pero llega un día en el que esa bolita se hace tan grande que todos esos sentimientos acumulados explotan. Y hoy lloro por llorar, ya no sé por qué estoy triste, por qué me apetece desaparecer del mundo. Hoy nada me llena, ni siquiera tú. Hoy tengo la sensación de que hice todo al revés. No se que hago en no se qué lugar. 

Cuando tocaba una lágrima aprendí a poner una sonrisa, y hoy me arrepiento de ello. Llorar está bien hacerlo cuando lo necesitas... y eso a mi ya no me resulta tan sencillo.