A menudo contemplo más cambios de estación que tu rostro.
Noviembre vino y pasó. El verano se fue sin dejar rastro y yo me quedo con la distancia en mi mente.
Estoy mejor contigo y tú estás mejor conmigo.
No siempre eres lo primero que pienso cuando me levanto, ni lo último que pienso cuando me acuesto, pero joder, entre medias no hago otra cosa.
Hay personas por las que cambiar y personas a las que cambiar por otra.
Aquí no sirven los cambios, no hay nadie que me pueda querer de la manera en la que tú lo haces.
No hay nadie que pueda quererte más de lo que yo lo hago.
Nadie puede quererte como yo lo hago.
Es bueno saber que enamorarse es una forma de locura socialmente aceptada.
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Sonrisas...